Sobre el borrador de la ley de Pesca de Castilla y León.
Cuando los aficionados a la pesca, de Castilla y León, aun no habíamos asimilado las restricciones establecidas en la Normativa anual para el 2011, donde se cargan prácticamente el cebo natural, las prohibiciones aumentan y la temporada se alarga hasta mediados de octubre, el lunes 13 de diciembre del 2010, el Boletín Oficial de la Comunidad nos sorprende con lo siguiente:
RESOLUCIÓN de 24 de noviembre de 2010, de la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, por la que se abre un período de información pública, audiencia y consulta durante 30 días, de los borradores de Ley de Patrimonio Natural y de Pesca de Castilla y León.
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Este borrador que nos presenta la Junta está compuesto de 9 títulos y 85 artículos, además de un sin fin de disposiciones complementarias y aunque supera en mucho los contenidos de la vigente e incumplida Ley/92 son pocas las novedades aunque muy controvertidas.
Cabe pensar que la administración se inspira en una visión de la pesca recreativa con fines sociales y económicos que reviertan sobre la Comunidad.
Se preocupa y regula casi exclusivamente al pescador pasando de puntillas sobre los ecosistemas fluviales. Trata al pescador reglamentario como el causante de todos los males que afectan a los ríos y de la desaparición progresiva de los peces.
La federación y las asociaciones deportivas apoyan este proyecto mientras que los pescadores tradicionales, que son la gran mayoría, se oponen radicalmente. Todos tienen sus razones y sus opiniones pero la división está clara dentro de este colectivo que por el bien de todos y sobre todo del río debieran de estar unidos. Este enfrentamiento se debe principalmente a que la legislación presentada acaba prácticamente con la pesca extractiva que tan solo prevalecería como excepción en algunos cotos o aguas habilitadas con ese fin.
La trucha será declarada Especie de Interés Preferente y no se podrá pescar con muerte en las aguas trucheras de acceso libre.
Título II, Art.- 9.3.- Se declara a la trucha común (Salmo trutta) como Especie de Interés Preferente en Castilla y León.
Artº 25
4.- La pesca de las especies declaradas de Interés Preferente, en las Aguas trucheras de Acceso Libre, se realizará en la modalidad de pesca sin muerte.
De salir adelante así la Ley liquidaría en dos renglones la pesca tradicional que se lleva practicando desde siempre. Esto es lo que ha exaltado los ánimos de la gran mayoría de los pescadores y motivado un río de tinta en alegaciones presentadas particularmente y por colectivos ante la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
El descontento es generalizado dentro de los pescadores de cebo natural porque se restringiría totalmente de las aguas trucheras y de acceso libre porque al ser sin muerte no se podría pescar a esa modalidad. Algunos pescadores, el día del inicio de la temporada, usaron la cesta como cepellón y plantaron un árbol a las orillas del río en un acto que, aunque en un principio iba a tener otro significado, se convirtió en una protesta a favor de los pescadores tradicionales.
Especulación con los permisos.
Art.-15
3.-No obstante, y con la finalidad de la promoción del turismo, se podrá reservar un porcentaje de los permisos para su adjudicación entre empresas turísticas debidamente registradas conforme a lo dispuesto en la legislación vigente en la materia, de acuerdo con la regulación que se establezca reglamentariamente.
Hay protestas y cada vez más vehementes. Muchos piensan que los palos son siempre para los mismos, los ribereños y los pescadores más modestos, y que quieren reservar los ríos para los que puedan pagar, turistas y adinerados. Otros dicen que es una buena ocasión para echar de los ríos a los "pescaderos", que los tiempos han cambiado y que nadie necesita llevarse unas truchas para comer, que si queremos conservar lo que hay no queda otra que hacer pesca recreativa. Hay opiniones para todos los gustos y algunas preocupantes puesto que amenazan con desempolvar viejas y prohibidas artes para que no solo coman truchas los señoritos.
También ven en este articulo puertas abiertas para la especulación y la posibilidad de que la empresa privada entre a administrar los mejores tramos de algunos ríos, aspecto este ya pretendido por los empresarios leoneses (CEL) con anterioridad a la crisis.
No hay sábado sin sol, ni ley sin plan.
Artº 37º.-
1.-La Consejería elaborará el Plan Regional de Ordenación de los Recursos Acuáticos (en lo sucesivo, PORA), que se configura como el instrumento de planificación estratégica para la gestión de los recursos pesqueros de la Comunidad de Castilla y León, y determinará los criterios generales para la protección, mejora, fomento y aprovechamiento sostenible de los mismos de acuerdo con lo dispuesto en la presente Ley.
En un principio parece que suena bien, pero como tenemos experiencias negativas de planes y más planes que luego se incumplen, modifican o abandonan, y temiendo que este sea uno más lo tomamos con mucho recelo, no siendo que se convierta, como otros planes de esta Comunidad nuestra, en papel mojado y al mismo tiempo sea un saco sin fondo y entre estrategias, objetivos, investigación, evolución y diagnósticos se disperse toda la financiación. Exigimos ríos limpios y cuentas claras.
El borrador describe un perfil erróneo del pescador castellano y leonés, diciendo que es; "un aficionado entre 35 y 65 años, varón, que acude a pescar fundamentalmente, además de en su provincia de residencia, a la de León, con más de 15 años de experiencia pescando salmónidos en ríos, que fomentaría la pesca sin muerte, y que, con carácter general, no está federado ni asociado". Esto no se ajusta a la realidad. Hoy por suerte hay mucho pescador con menos de 35 años y más del 80% de todos los pescadores practican la pesca tradicional. Si nos basamos en premisas disfrazadas para hacer una ley denotamos intereses ocultos a los que por desgracia nos tienen acostumbrados.
Artículo 72º.- Vigilancia e inspección
Aquí también tenemos una novedad que está dando mucho que hablar, los Vigilantes de Pesca. "Los Vigilantes de Pesca serán nombrados por la Consejería y su actividad quedará restringida al ámbito territorial de las masas de agua para cuya vigilancia sean habilitados por ésta". Aquí muchos ven las puertas abiertas a la privatización de algunos tramos de río. Se preguntan con qué fin crean esta nueva figura si ya tenemos Agentes Medioambientales, Agentes Forestales, Celadores de Medio Ambiente, Guardas Particulares de Campo y la Guardia Civil (SEPRONA).
En el apartado de las sanciones cabe destacar la creación de un Registro Regional de Infractores donde figuraran todas las personas que hayan sido sancionadas por resolución ejecutiva en expediente sancionador incoado como consecuencia de la comisión de las infracciones previstas en esta Ley.
Echamos de menos en esta ley un programa para la integración y la normalización de la pesca para todas las personas con discapacidad, solo se trata de adaptar sitios para igualar las diferencias, derecho a la igualdad de oportunidades. Si la actividad física en la naturaleza es muy importante para todos para las personas con minusvalías es vital, porque necesitan potenciar sus zonas dañadas para compensar sus deficiencias y poder mejorar, también necesitan divertirse, integrarse y sentirse vivos.
Una Ley no posee por sí misma la cualidad de ser justa, esa condición se la da la correlación con algo externo a ella, algo que la certifique, valide y la justifique como justa y seria. Esta pretendida ley no tiene claro ese certificado que la garantice como una buena ley o que la haga mejor que la incumplida del 92 de la que han copia y pegado la mayoría del articulado. Pero si abre puertas para especulaciones que en nada favorecen al río que en verdad es lo único que nos importa.
De momento hay un borrador de ley que nace sin consenso y muestra medidas confusas que no dan un mensaje claro de conservacionismo, siendo su único revulsivo la exclusión. Conformes estamos muchos en que no se acepte trucha como animal de compañía pero no solo en lo libre si no en todas las aguas trucheras. Porque si no mucho nos tememos que van a llenar los ríos de cotos con muerte y los convertirían en piscifactorías naturales. Algunos apuestan por todo libre, sin muerte y a todas las modalidades. Muchos son los que creen que al menos en León hay ríos suficientes para dar cabida a todas las modalidades y a todos los pescadores. Este borrador me produce desconfianza porque más que proteger los ríos y los peces parece está diseñado para favorecer a una minoría en perjuicio de casi todo el colectivo de pescadores y creo que se podía regular sin fomentar tanta polémica y crispación.
Fuera como fuere la Junta ha recibido cientos de alegaciones y muchas presiones de todos los sectores afectados, ahora solo cabe esperar que tengan en cuenta a los pescadores y al mismo tiempo garantice una ley justa que proteja a los peces y los ecosistemas fluviales. Debemos tener la capacidad de exigir que se legisle acorde a los tiempos que estamos viviendo y si hay que proteger a las truchas con una pesca recreativa que se haga, pero siempre de acuerdo a un rigor científico y no por presiones de colectivos interesados.
Publicado en la revista de la Asociación Maravayu.
Rodrigo Prado Núñez. (Lachis)
Vicepresidente de la Asociación Pescaleón.
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