Las sucesivas olas de calor que se han sucedido en las últimas semanas han dejado casi exhausto el caudal de los ríos naturales, los que no están regulados por pantanos o derivaciones. A ello contribuye también la saca de presas para el riego, en ocasiones por encima de los caudales autorizados por las Confederaciones Hidrográficas. Todo lo contrario sucede con los ríos regulados que, aprovechando que la campaña se iniciaba con los embalses a rebosar, están manteniendo unos caudales exagerados debido a los fuertes desembalses. Ambas situaciones están contribuyendo a que se esté pescando realmente mal, bastante peor que la pasada temporada según las estimaciones de la guardería recogidas directamente de los pescadores. Para la mayoría de los ríos naturales la temporada finalizará el mes de julio, no así para los regulados que se prolongará hasta el 15 de octubre. Cabe esperar que, una vez se reduzcan los desembalses al avanzar la campaña de riego, se pesque algo mejor tanto en el Porma como en el Esla.

Bueno, pues la pesca sin muerte para los pescadores de caña en los ríos naturales se acaba. Ahora empieza para los furtivos pero esos no tienen problema, ya que la guardería brilla por su ausencia y hay quien dice haber visto un guarda andando por el río este año pero no lo han creído. Esta semana lo tengo crudo ya que los ríos regulados bajan las aguas muy frías. Me inclino por el Luna, en el tramo de Villa Rodrigo de Ordás, o los naturales en los amaneceres y serenos. Hasta la semana que viene y buena pesca.